Planteamiento del problema de investigación

Los desastres naturales y situaciones extremas como sismos, inundaciones, huracanes o derrumbes son amenazas latentes para cualquier población y pueden dejar atrás una gran cantidad de devastación y bajas humanas. Incrementos en la frecuencia y magnitud de fenómenos climatológicos extremos que se prevén debido al cambio climático puede potencialmente agravar el impacto negativo causado por desastres naturales \cite{Van_Aalst_2006,Ibarrar_n,Hallegatte_2014}. La creciente inequidad global, exposición a peligros naturales, la rápida urbanización y el sobreconsumo de energía y recursos naturales amenazan en elevar el riesgo de desastres a niveles alarmantes e impredecibles. Según la oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos de Desastre (UNISDR, por sus siglas en inglés), se han alcanzado un promedio de 300,000 MUSD en pérdidas económicas anuales a causa de desastres naturales, pero se estima que una inversión anual de 6,000 MUSD en administración de riesgos de desastre evitaría 360 MUSD de las pérdidas los siguientes 15 años \cite{2015a}. La UNISDR también calcula que se han perdido 42 millones de invaluables años de vida humana por desastres a nivel internacional entre 1980 y 2012, un retroceso para el desarrollo a la par con el número de pérdidas causado por la tuberculosis \cite{2015a}
En este contexto, es de suma importancia que se le dé un mayor énfasis a la gestión integral del riesgo de desastres que incluya medidas de planificación estratégica para la minimización del daño ante desastres para poder hacer frente a estas tendencias disruptivas. Cabe mencionar que México está altamente expuesto a una gran variedad de fenómenos geológicos e hidro-meteorológicos. En este sentido, el país está catalogado como uno de los de mayor actividad sísmica en el mundo, experimentando anualmente más de 90 sismos con una magnitud de 4 o más en la escala de Richter \cite{Rodriguez_Oreggia_2013}. Aproximadamente el cuarenta por ciento del territorio Mexicano y más de una cuarta parte de su población están expuestos a tormentas, huracanes e inundaciones \cite{St_Cyr_2005}.