No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable».
En variados momentos la emoción me ha hecho tomar decisiones que me han alejado de la presencia de Dios y esto lo ha deshonrado, estas cosas que van de la mano, sin duda alguna, suceden y cuando nos alejamos dejamos de lado la intimidad y el servicio y si el corazón se endurece entramos en un camino que en ocasiones se torna difícil de volvernos a Dios y en plena vejez muchos han terminado diciendo "la vida ya no es agradable".
Honremos al Señor en todo lo que hagamos en cada segundo que pase, en donde nos encontremos, en aquellas labores diarias, así de esta forma pondremos al Espíritu Santo en el entorno y tendremos la confianza del Señor y haremos amigos.