Según explica Cristian Acevedo, Investigador del Centro Biotecnología, para su generación se utilizan biopolímeros como el quitosano, la gelatina y el ácido hialurónico, dado que sus propiedades permiten generar y ensamblar matrices para el desarrollo de distintos tejidos. “Estas macromoléculas de origen natural deben ser estructuralmente adecuadas, es decir, presentar determinadas características físicas que faciliten su manipulación y resistencia, y funcionales, al permitir la sustentación de la vida”, precisa\cite{2015}