CAPÍTULO 1. POR LA MAÑANA...
He sentido solamente el vibrador de la alarma sonando a las 4:00 a.m. Suena más de cuatro veces porque me gusta pensar que aún me queda tiempo para dormir. Cuando por fin se llega la hora de levantarse, tengo la mala costumbre de hacerlo 20 minutos después; es algo que me repito todos los días y esta mañana no fue la excepción: "prometo que mañana me levantare más temprano". Me guío de la hora por las personas que pasan a mi lado, sé que voy tarde cuando no veo a la mujer que se dirige al gimnasio, o llegare temprano si me encuentro con el chico que va para la preparatoria con la música de su celular a todo volumen. Es gracioso, pero siempre me ha servido, mejor que sacar cada cinco minutos mi teléfono para mirar la hora y presionarme más, acelerar el paso y pensar que hubiera sido buena idea saltarme la primer clase.
Pero hoy no, me di cuenta que estaría a tiempo para tomar la ruta y que podía caminar más tranquila. Estoy en el lugar de parada, ahí generalmente me encuentro con dos viejas amigas de secundaria, me hablan muy despacio y dicen cosas que no les puedo entender, como si ellas dos sintieran que hacen mucho ruido al hablar. Las ignoro a todo lo que dicen, solamente me doy cuenta en ese instante que sin darme cuenta las extrañe el día de ayer. Finalmente el camión llega, subimos las tres adelante porque así seremos las primeras en bajar, y lo que siempre me molesta es el trayecto hasta la escuela, ya que es aburrido y otras tantas cosas que se viven en un transporte lleno de pasajeros, literalmente hasta el tope.
De cualquier manera llegué tarde, entre a clase de ética, que a pesar de que es una materia muy ligera para la mañana es difícil concentrarme con tanto sueño; en seguida era calculo y es ahí donde me digo a mi misma “por lo menos aquí tendré que estar mucho más atenta”. Ya para la clase de herramientas intelectuales sabía que se pondría más divertido, puesto que la maestra Olga nos dejó de tarea hace unas semanas un pequeño proyecto con un huevo. Me entusiasmaba mucho pero en cuanto me di cuenta que hoy era de esos días que hace frío, esta nublado y llueve solamente me desanime y pensaba que no sería tan divertido, me había hecho expectativas de como seria todo ayer y desde luego que esto era todo lo contrario. Es así como transcurrían las demás clases y mientras conforme pasaban las horas el tiempo se hacía más y más lento para la hora de salida, miraba el horario y veía la última clase que tocaba “química”, por fin se había llegado esa clase y afortunadamente la del final se va muy rápido, por lo menos para mi…
CAPÍTULO 2. EN LA TARDE...