Capítulo I - La mañana.
Hoy como cualquier día como es de costumbre desperté exaltada al oír la alarma, sin descobijarme saque mí brazo para alcanzar el teléfono y apagar ese ruido que siempre hace que vuele mí sueño, respiro profundo y estirando mis extremidades, me levanto sentándome en la orilla de la cama pensando en lo que tendré que pasar por este día.
Acto seguido me levanto de la cama para ir a mi tocador viendo encima de este un desastre, el orden nunca ha sido mi fuerte entonces me acerco a uno de los cajones para ver que hay en ellos y al observar descubro que no hay ninguna prenda que sea de mi agrado, un poco molesta tomo lo que sea y lo coloco sobre mi cama. Total, solo voy a la escuela. Como si fuera automáticamente sin pensarlo acudo al baño a lavarme los dientes y la cara, viéndome a la cara observo algunos detalles en mi rostro que solo hacen que mi mente vuele e imagine el cómo se verá dentro de algunos años. Si, reflexiono mientras me lavo los dientes, pero que puedo hacer así soy y me gusta pensar en las cosas, no necesariamente del futuro sino en todo en sí, pero bueno, es el instinto que tiene cada ser humano de su propia existencia. En fin, después de eso llegue a mi habitación para deshacerme de mi anticuada pijama para ponerme lo que había puesto sobre mi cama.
Ya lista me dispongo a salir de mi casa y poniéndome mis audífonos pierdo la realidad en la que vivo, cada paso cada momento en el que imagino un sin fin de cosas, posibilidades en mi trascurso del día y de repente ya me encuentro en la central de autobuses, otro día mas como todos los anteriores, ¡ah otro día más! -pienso, entro y con un saludo por cortesía me acerco a la mujer en el mostrador y con una leve sonrisa le pido un boleto. Ella está en la computadora haciendo mi boleto, me pide mi credencial así que saco mi cartera, y lo primero que veo son un montón de papeles, ¿porque guárdalos? ¿me serviría en un futuro? no, pero, ¿porque no tenerlos?, rebuscando entre los papeles encuentro mi credencial y se la entrego, mientras ella observa la computadora veo como escribe y hace unos gestos, tal vez de confusión, tal vez no durmió bien, tal vez tenga un problema, no lose pero su cara es una mezcla de emociones que no pude descifrar, mientras ella seguía en eso volteo hacia afuera y el cielo esta negro, por ponerme los audífonos ni cuenta me di de mi alrededor, ja, que vida la mía , tan distraída, en mi mundo en mis intereses, en fin, me observo y me entrego mi boleto y abriendo una vez más mi cartera busco dinero para pagarle, doy las gracias y camino hacia afuera para ver como solo una lámpara refleja un poco de luz, al voltear al otro lado veo unos perros que están peleando, ¡ay los animales actúan por instinto! y nosotros, ¿acaso no hacemos lo mismo? claro pero las personas le llaman inteligencia, que va si eso fuera actuaríamos de distinta manera. Cuando a lo lejos divise que se acercaba el camión, rápidamente me acerco a la orilla de la banqueta y espero a que se estacione para tomar mi asiento. Salió un hombre (el conductor) y tomo mi boleto, este hombre era mayor y al entregarme mi boleto me a entrar al camión tras pasar a su lado pude percibir su olor, olía muy bien, ¿a que olía?, no lose, nunca he sido buena para reconocer los olores.
Entre y tome mi lugar que estaba a un lado de la ventanilla y abriendo las cortinas azules observe hacia afuera, trascurrieron unos minutos en lo que llegaron otras personas y tomaban asiento. El chófer observo al interior y cerrando la puerta se dispuso a encender el camión para acto seguido conducirnos a nuestro destino, sombrerete.
Siempre que viajo rumbo a la escuela no hago nada más que dormir, ya que me levanto muy temprano para arreglarme y llegar a la central de autobuses, y esto es lo que hago todos los días, el camión se tarda 40 minutos así que los aprovecho para descansar un poco, mi compañera está a mi lado y llegamos juntas a la escuela.
Trascurrido el tiempo que ya fue mencionado, bajamos ambas y nos dirigimos hacia la escuela, mientras caminamos, observo que pasan muchos alumnos, no sé bien a donde se dirigen, solo sé que son o del CBTIS o bien de la prepa. Caminando hablamos de distintas situaciones, escuela, vida personal, etc. platicas muy comunes entre dos personas, al paso que hablamos y caminamos, llegamos al tecno, y caminamos a dirección a nuestro salón que está ubicado en la entrada , cuenta con dos ventanas grandes que cuando me aburro en las clases volteo hacia ellas a ver qué es lo que pasa a fuera, fuera de ese salón, que mientras nosotros estamos ahí en ese salón, unos jugando, otros estudiando, cada quien en su mundo, allá afuera esta el mundo y en él están trascurriendo cosas buenas, malas, importantes, aburridas, un sin fin de opciones, de posibilidades. Pero en la escuela es un lugar destinado a aprender pero no todos estamos ahí por eso o con ese fin, hay maestros que nos enseñan maravillas, que a mi parecer nos están dando una lección de vida además de aprender de su materia, pero así como hay buenos maestros hay otros que no están a gusto con su trabajo o que no le gusta estar impartiendo clases, ya que en su actitud nos demuestra eso, total siempre aprendemos algo nuevo, ya sea por nuestros maestros o por nuestros compañeros.
Pasaron las horas en la escuela, que puedo decir, siempre es la misma rutina todos los días, entrar, sentarse, poner atención a los profesores, ansiar que ya sea hora de salir y finalmente llegado la hora tan esperada del día, las 2:00 pm, todos salimos como si de eso dependiera nuestras vidas.
Capitulo II - La tarde.
Salí de la escuela y junto a mis amigas me dirigí a la salida, mientras le mandaba un mensaje a mi novio que provoco que tropezara, bueno eso me pasa por estar distraída en el celular. Me despido de ellas y me paso por la entrada del tecnológico y nuevamente vuelvo a sacar mi celular para marcarle a mi novio. Nuestra conversación, amorosa obviamente, sigo con el mientras me encamino a la central de autobuses para tomar el próximo autobús que me llevara a mi rancho Vicente Guerrero, donde ahí nací y crecí, me forme como persona, conocí todo lo que ahora se, donde hay tanta gente que me brindó su apoyo y otra tanta que no. Mi lindo pueblo como no quererlo, todo de él me gusta y como no, si ahí he vivido toda mi vida por eso es que me gusta, si llegara una persona y lo viera diría que no tiene nada novedoso pero a mí me gusta.
Llego a la central y me despido de mi novio, acto seguido me acerco a la oficina y solicito un boleto, ahí se encuentra una mujer que ronda alrededor de los 30 años aproximadamente, piel morena, muy arreglada y formal. Siempre que me despacha me alegro, tiene una vibra que me hace sentirme en confianza. Me entrega el boleto y voy a la salida, donde se estacionan los autobuses, me siento en una silla y lo primero que hago es volver a ponerme mis audífonos mientras entro al Facebook o al Whatsaap para ver que hago mientras llega, no falta mucho para que llegue ya que llega a las 2:30 y solo faltan unos minutos para que llegue. Apenas pensado esto llega e inmediatamente me subo y me siento en el asiento que me fue dado y veo que ahora voy acompañada por otra persona, un anciano, nunca voy acompañada normalmente siempre voy sola o con compañeros de mi clase, pero no importa no es algo que me disguste pero tampoco que me fascine.
tomo asiento y lo primero que percibo es su olor, un olor típico en las personas ancianas, siempre me he preguntado ¿por qué es que huelen así?, enseguida veo que saca algo de una maleta que tenía a su lado, una pequeña, de piel color café, y lo que saco fue un sándwich y viéndolo de reojo veo que este tiene muchas cosas, queso, jamón, salchicha, pimientos y mucho aguacate, tal vez tenga mayonesa pero por todo lo que tenía no pude distinguir, por un momento creí que se caería pero no. salió el camión y el hombre duro todo el camino comiéndolo, mientras yo veía una película que ponen mientras vamos viajando esta se trataba de un hombre que es padre soltero y que va a morir y está buscando quien se haga cargo de su hija, o por lo menos eso yo entendí, no estaba prestando mucha atención ya que prefería ir viendo el camino. No me di cuenta que ya habíamos llegado a la entrada de mi pueblo. no tardo más de 5 minutos cuando llegamos a la central y bajamos, fui una de las primeras en bajar y rápidamente camine rumbo a mi hogar mientras iba observando la gente, ese día había mucha gente y este día yo no quise ponerme mis audífonos, normalmente lo hago pero hoy quería oír todos los sonidos que se producían a mi alrededor, sorprendentemente me encontré con un maestro de mi preparatoria, iba en su automóvil rojo, ya un poco viejo, recuerdo cuando nos había contado que lo había tenido desde hace muchos años y que en una ocasión lo nombraron subdirector si mal no recuerdo y le decían que él no podía andar en ese carro que se comprara otro nuevo, él nos dijo que no quería pero dijo que finalmente desistió y compro uno pero siguió diciéndonos a mis antiguos compañeros y a mí que se lo habían robado, todo esto no los dijo con enojo ya que nos dijo que se había endeudado por comprarlo y ni lo que le duro, en fin era un poco estricto, pero lo recuerdo con alegría por los años que me impartió clases, que buenos recuerdos esos. Paso por mi lado y me hizo un gesto de saludo y siguió su camino mientras yo seguía el mío, trascurridos unos minutos observe que alguien me hacía señas a lejos pero no podía reconocer quien era y mientras avanzaba me di cuenta que era mi tío Eulalio, tenía tiempo que no lo veía, cuando estuve a su lado me saludo y me pregunto que como me iba en la escuela, le dije que bien y después de decirme algo alentador sobre la escuela se despidió y se marchó en su bicicleta, supongo que iba a su trabajo o tal vez vendría de él porque estaba sucio y eso me indicaba esto ya que él trabaja de albañil, no se me ocurrió preguntarle, en fin continué mi aventura a mi casa y solo tarde unos minutos para llegar, no tardo mucho pues me demoro unos 15 minutos aproximadamente en llegar.
Llegando a mi casa observe que ahí estaba mi papa trabajando ya que él es mecánico y estaba abajo de un carro, solo lo observe y entre a mi casa cuando me llego un olor fragante y rápidamente me dirigí a mi cuarto para a arrojar mi mochila y correr a la cocina a ver que había preparado mi madre, llegue y me serví la comida para acto seguido devorarlo en un santiamén. Después me dirigí a mi habitación para revisar que había de tarea, pero afortunadamente no tenía nada, que es poco usual ya que todos los días tengo que hacer bastante tarea por tal me recosté y sin darme cuenta me quede profundamente dormida.
Capitulo III – La noche.
Desperté e inmediatamente sentí como me dolía la cabeza, pensé- ¿Cuánto he dormido?-, ya estaba obscuro y no sabía bien que horas eran, tome mi celular para revisar y me doy cuenta que son las 9 de la noche –con razón me duele la cabeza, dormí demasiado-, me siento en mi cama y mientras veo en mi celular un par de videos de mi buen amigo Vicente Fuentes, me encanta verlo, sus temas tan variados me gustan tengo ya aproximadamente siguiéndolo ya tres años cuando lo descubrí por accidente mientras veía videos de viajar en el tiempo, los cuales me fascinan porque a mi parecer son tan entretenidos, me encanta ese tipo de cosas, no creo que sea verdad pero me gusta porque imagino que sería si pudieran ser ciertos, si eso afectaría el destino, claro, si el destino existe, otro tema más en el que me gusta pensar, pero que no estoy segura de la verdad, total, nadie nunca sabrá la verdad de todos estas incógnitas por el momento, tal vez en un futuro próximo sabremos el porqué de nuestra existencia y el cómo llegamos aquí, además de lo que sigue después de la muerte, hay muchas teorías pero solo son teorías, nada en concreto.
Pasa alrededor de tres horas en YouTube que de Vicente Fuentes no sé cómo he llegado a ver vídeos de risa, de gatitos y por ultimo de un programa que yo veía cuando tenía alrededor de los 11 años, se llama “coraje, el perro cobarde” no niego que cuando lo vi no dude en ponerlo, ya que es mi programa favorito, recuerdo que cuando lo veía había escenas que me asustaban mucho y que hoy las veo y digo como fue que eso me asustaba.
Trascurrido unos 10 videos me levanto de mi cama, para ir a con mi mama y ver qué es lo que hacía, estaba oyendo música y me pregunto si estaba dormida le dije que sí y en eso observo que tiene una paleta y la tomo sin dudarlo, me dice que es de ella y corro con ella a mi habitación, ya teniendo mi paleta robada lo que hago es guardarla, ya que no tenía ganas de comerla, y vuelvo a poner YouTube y seguí unas horas más viendo vídeos.
Ya son las 12 de la noche, me llega un mensaje de mi novio, ya que a esa hora sale de trabajar y nos mensajeamos un rato mientras él me platica lo que hizo en el trascurso del día y el cómo le fue, me gusta que me platique lo que hace, ya que él hace muchas cosas no como yo que me paso la tarde dormida o viendo vídeos de YouTube.
Pasamos hablando de muchas cosas, me gusta hablar con él, el piensa como yo, su forma de pensar, de hablar, su léxico me encanta, es algo que me enamoro de el además de otras situaciones que no contare, pero ya después de un rato, ambos tenemos sueño (aclarando que yo siempre tengo sueño) y decidimos marcarnos para quedarnos ambos dormidos escuchándonos, a mí me encanta hacer esto, ya que al oír su respiración me tranquilizo y me da sueño y duermo muy bien, él me dice lo mismo, en fin dormir así es lo más bello, y sin darme cuenta me encuentro sentada, algo esta sucediendo, no se que es lo que pasa, alguien se acerca a mi, no se quien es esa persona, se acerca a mi oído, se que me va a decir algo importante y no queriendo se oye un ruido estremecedor, abro mis ojos y me doy cuenta que solo era un sueño, esa maldita alarma, ya no se que es lo que me iba a decir ya con resignación saco mi brazo y alcanzo mi celular para apagarla y de ahí, bueno seguir mi misma rutina como todos los días.