Los museos mexicanos incrementarán su posibilidad de acceso a públicos, tanto nacionales como internacionales, mediante la digitalización y oferta pública de sus colecciones a través de la red. Esta universalización del acceso permitirá, además, complementar la visita física. Por ejemplo, la Tate tiene el doble de visitantes en línea, lo que la posiciona como una institución de gran impacto a nivel internacional.