Por Alexander Quiñones Moncaleano
Carlos Antonio Vélez es de esos tipos que no le gusta nada y todo está mal, sobre todo si no tienen en cuenta su opinión sectaria y poco inteligente. Ya lo hemos visto en redes diciendo cada cosa de la salida del cargo de director técnico de la Selección Colombia del señor José Néstor Pékerman. Desde siempre el eunuco Vélez no estuvo de acuerdo con el Maestro Pékerman. Y lo críticó desde su bajeza moral e intelectual, en parte porque el técnico jamás le dio bola, ni lo tubo en la más mínima cuenta para nada. Esto siempre lo tuvo fuera de casillas y de cuando en cuando lo atacaba con los más despreciables comentarios.
Defensores nunca le han faltado al técnico y críticos a Vélez. Pero cada vez es más palpable la inconformidad de la sociedad civil con este personaje que día a día lanza veneno desde su tribuna. Una cuenta de Twitter que como muchos líderes de opinión la utilizan para incendiar y desprestigiar a los que hacen su trabajo. El trabajo del técnico Pékerman no le sirve, aunque los resultados sean evidentes. Nos puso en el radar de los mejores clubes del mundo, donde no llegaban sino contados colombianos. Le dio carácter y disciplina hasta los medios que quieren meter sus narices y creerse el cuento que ellos sí saben como es la cosa.
Carlos Antonio Vélez en uno de sus últimos trinos habló de los resultados de profesor argentino, mostrando como símbolo una vitrina vacía. Pero como dice el proverbio, es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga el propio. Su fracaso ha sido tan contundente, la de Vélez por su puesto, que el raiting del canal RCN en el mundial fue estrepitoso, de Win ni hablar. Y tiene la cara dura de venir a hablar de resultados de Pékerman.
Una gran parte de la población pide que su voz sea boicoteada por la sociedad, pidiendo que no la escuchemos más ni para reírnos de las estupideces cada vez más grandes que dice. No falta quien le hace eco. Pero la opinión de este personaje se opaca según pasan los días. Colombia no necesita más hombres que destilan odio y mentiras. Que buscan réditos a través de la basura que hablan, se creen los poseedores de una verdad y lo único que tienen es un micrófono abierto para pedir que quemen brujas. Hombres así abundan en nuestra nación, que no reconocen el trabajo de otros así la evidencia sea palpable. El profesor Pékerman ha tenido la aceptación, el cariño y el apoyo de los colombianos y saben y reconocen lo que hizo por el fútbol colombiano; seguramente ha tenido errores como toda entidad humana, pero al hacer el balance de lo negativo con lo positivo, la balanza se inclina hacia los segundo, poniéndonos en lugares que antes el fútbol colombiano no había alcanzado colectiva ni individualmente. Nos sentimos cada vez más orgullosos de haber tenido un técnico de la talla de José Néstor Pékerman; hombre tranquilo y mesurado, pero con el carácter sufuciente como para haberle dicho a la prensa colombiana que son una partida de chismosos que lo único que le hacen es daño al fútbol y a la cohesión de la selección Colombia.
Ojalá el señor Carlos Antonio pueda mantener no su boca callada, sino su buen juicio; y no ande por ahí causando incendios y divisiones que llevan a una sociedad cada vez mas dividida y tolerante.
Carlos Antonio tiene esa manera de hablar tautológica que dice una frase y la siguiente solo le muerde la cosa sin aportar nada al argumento. Frases que son famosas: " Los partidos se pierden, se ganan o se empatan " , "Si la mete es gol" ; así son el calibre de profundidad de las frases del señor Vélez, cree tener la profundidad de un filósofo griego o francés. Mostrando una total carencia de inteligencia y sí una pose seudointelectual. Parece una cuestión genética porque su hijo no parece de estar muy lejos de la misma posición.