Yogur desnatado

 80 gr 32 kcal

¿Por qué tomar yoghurt desnatado?

Se incluyen aquellos alimentos que se preparan a partir de leche mediante la acción de microorganismos específicos, obteniéndose como resultado una reducción del pH y la coagulación de las proteínas de la leche. Estos microorganismos deben ser viables, activos y abundantes en el producto final, en el momento de la venta para su consumo. Tras la fermentación láctica, no debe realizarse ningún tratamiento térmico que no sea mantener la cadena del frío. Tampoco se debe extraer el suero de constitución.
Leches fermentadas ácidas: se fermenta la lactosa dando como resultado ácido láctico. La más conocida es el yogur, producto de la fermentación de la leche por las bacterias Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus, aunque también se emplean Bifidobacterias y lactobacilos acidófilos.
Se puede obtener a partir de leche, entera, semidesnatada o desnatada (En tu dieta recomendamos desnatada).
Su valor nutricional es similar al de la leche, salvo su contenido de lactosa que disminuye por la fermentación a ácido láctico, por lo que generalmente puede ser consumido por personas con intolerancia a la lactosa.
Las proteínas y las grasas son de más fácil digestión en el yogur que en la leche.
Contiene un 3,5% de proteína, 3,6% de glúcidos y un 3,9% de lípidos, con 64 kcal/100 g.
Presenta mayor disponibilidad de calcio, ya que su absorción aumenta por el pH ácido que le confiere el ácido láctico.
Contienen probióticos, microorganismos vivos que interaccionan con las bacterias de la microflora intestinal o con las células de la mucosa intestinal, y que ejercen un efecto beneficioso sobre la salud: equilibran la flora bacteriana intestinal, protegen frente a las infecciones gastrointestinales, disminuyen la incidencia de diarreas infantiles y diarrea del viajero, favorecen la recuperación de la flora tras un tratamiento antibiótico y potencian la respuesta inmunológica y refuerzan las defensas.
Algunos de los beneficios que ofrece el yogur se deben a la presencia de las bacterias lácticas vivas. Cuando el producto no se refrigera adecuadamente estas bacterias mueren. Por ello, al adquirir este producto observe que esté refrigerado y consérvelo así hasta consumirlo. Un yogur caducado no ofrece garantías en su contenido en bacterias vivas, puede consumirse, pero no se obtendrán los beneficios citados.