El tercer tipo de meditación citado es la meditación en amor. Este tipo de meditación incorpora elementos de las dos meditaciones citadas previamente  \cite{Vago_2012} y el objetivo a largo plazo de estos meditadores es debilitar los rasgos egocéntricos del ser humano para que los comportamientos altruistas pueden surgir con más frecuencia y espontaneidad \cite{Lutz_2008}  . Como otra prácticas de meditación, LKM implica la contemplación tranquila en una postura sentada, los ojos cerrados,  un enfoque inicial en la respiración y después dirigir nuestras emociones hacia sentimientos cálidos con el corazón abierto (Fredrickson et al, 2008), con la motivación de aumentar los sentimientos de calidez y de cuidado de sí mismo y de los demás \cite{s1195}.  
Las investigaciones en meditación han demostrado que los meditadores "expertos" (por ejemplo, aquellos que han completado 10.000 h o más de la práctica de la meditación) son capaces de activar las áreas neuronales asociados a estados emocionales específicos al mantener intencionalmente enfoque atencional sostenido en estos estados \cite{Lutz_2008a}.
 
Investigaciones han probado que hay, de manera concomitante, cambios cerebrales funcionales y estructurales \cite{Lutz_2004}, particularmente en áreas implicadas en mindfulness y la regulación emocional adaptativa \cite{H_lzel_2011}\cite{Lazar_2005}. La investigación de \cite{Ivanovski_2007} indica que la mejora de los estados mentales de practicantes de mindfulness resulta del cambio de la relación que uno tiene con sus propias experiencias, y que esta, se altera por la aceptación de los eventos internos y externos, en lugar de, manera reflexiva, actuar en base a pensamientos y emociones \cite{Hofmann_2010}. Cabe señalar que las investigaciones sobre los correlatos neuronales de regulación emocional, en general, se han centrado en la supresión y la reevaluación de emociones \cite{Menezes_2012} y esta es la principal diferencia entre el mindfulness y las demás prácticas de regulación emocional. El mindfulness va en contra cualquier tipo de supresión expresiva de las emociones, y su énfasis es aumentar el conocimiento y la aceptación total de toda la experiencia emocional, independientemente de su valencia, intensidad o utilidad percibida. 
Una de las grandes diferencias entre las visiones budista y de la psicología es que, para el budismo, todo tipo de emoción es perturbadora, e incluso la felicidad, porque surge de una mentalidad que separa los eventos entre aversivos, atractivos y neutrales, y esto genera trastornos mentales. Para la psicología cognitiva, las reacciones emocionales tienen un gran valor evolutivo y sentir miedo o aversión nos protege de peligros, por ejemplo. El concepto de mindfulness, en general, se distingue de todas las demás estrategias de regulación por no intentar mejorar el tono hedónico de la experiencia o usar la reevaluación cognitiva (cognitive appraisal) para hacer una con que algún sufrimiento parezca menos aversiva \cite{Zeidan_2013}.