Moscú, Rusia. 1731.
Imploremos que no te reconozca si le debes algo, reconozcamos que no pueden haber escondites lo suficientemente obscuros para que pases desapercibido, digamos que el tiempo es un juego, la sangre es el resultado y la muerte tu consuelo.
Después de escabullirte como una rata miserable por las alcantarillas más musgosas o elegantes en Rusia, Italia y Estados Unidos. ¿Porqué te buscaría? Lo diré simple: cuando los cerdos crecen en un lugar, arrastrando su mierda en todas direcciones, practicando la magia negra en su cueva; es ahí donde su descendencia vivirá para siempre, hasta acabar con el último cerdo del barranco y, esa era su intención después de que los imperios los apuñalaran y traicionaran. Después de verter la sangre del Imperio Swezket.
Cuarto Swezket, nacido en Moscú, Rusia, el único que obtuvo el diamante por nacer donde su Imperio se elevó, después de ganar la guerra contra Turquía, y el que mantuvo un secreto que hizo su familia caer en sangre, en maldición y muerte por los Imperios que creían amigos, quienes besaron el anillo de Maslev sin saber que se volverían enemigos de la muerte en persona, aliadas en apellido Swezket, el poder dorado como negro enlazados en lo alto de Moscú, previniendo la traición de aquellos que quisieron doblegar su poder y corrupción.
Es entonces como Edward Swezket se vuelve el Cuarto Caballo del Imperio Swezket, condenado a su muerte por despecho, miedo y decepción. Arrancado de sí sus ojos, para impedirle ver la fuerza como la magia que practicó para hacer su familia inmortal y su venganza cegada con el enojo, sangre que cayó de sus cuencas para hacerlo firmar su condena y su dolor. Carbón que quemó su piel hasta volverlo negro ónice y haciéndole arder en el infierno de la muerte y la tierra, amén de las siguientes vidas que tuviera qué vivir debido a su inmortales vidas, muerte requerida de viejo. El último en morir por las garras de su familia ampliada en Londres, dejándolo como el último, al temer por su poder, y el enojo infligido al matar a su familia, su imperio feroz, sin embargo, envuelto en flamas, se aseguró de hacer saber que el Imperio Swezket serían los últimos en conocer la muerte.
Malditos aquellos que creyeron que besando el anillo de Maslev podrían acabar con el poder del Imperio Swezket. Malditos por arrebatar una vida a inmortales que con afán, tomarán su corazón y harán ofrendas escritas con flamas y carbón, porque ese es mi legado de muerte y porque es el más fuerte y el que temerán más allá que la muerte por Madre Naturaleza.
Que el miedo los acompañe, la sangre nuestra firma de poder, y sea nuestro camino tu muerte.
La biblia y legado de los traidores.
El Imperio Swezket, (Caballos).
Breve escrito.