El primer gráfico muestra un sistema centralizado,
existe jerarquía, toda la información llega a
entidades públicas o privadas, y ellos manejan todo. En el segundo
gráfico se puede observar un sistema descentralizado en donde cada uno
de los nodos tiene toda la información sin la existencia de jerarquías.
Los registros están agrupados en bloques, están ordenados
cronológicamente por un código hash (es un algoritmo matemático que a
través de la entrada de datos que pueden ser contraseñas documentes
entre otros, al momento de la salida permita convertirse en una serie
alfanumérica de longitud ya establecida resumiendo la entrada de datos
ingresada) y al final es firmado digitalmente (López, 2018) . Toda la información que
se encuentra en estos bloques no puede ser editada ni borrada, la única
forma de cambiar algo es creando una nueva transacción que permita
actualizar la ya ingresada
La confianza es uno de los puntos que más preocuparía a los nuevos
integrantes en Blockchain, puesto que no permite conocer al resto de
personas que conforman, solo son conocidos por anónimos y además no se
conoce si la información que posean los demás es verdadera. Para ello
existe el llamado protocolo de consenso, permite que no exista solo una
persona líder del bloque, sino que sean elegidos aleatoriamente según el
interés y esfuerzo que ponga para que siga adelante el bloque.