Introducción
 El principio de Arquímedes establece que todo cuerpo que se encuentra sumergido en el seno de un fluido experimenta una fuerza de abajo hacia arriba denominada empuje, cuya magnitud es igual a la del peso del fluido desplazado por el objeto. Esta fuerza se opone al peso del cuerpo, por lo que el estado de movimiento del mismo dependerá intrínsecamente del módulo de estas magnitudes. En caso de que la fuerza resultante no se anule, el objeto se acelerará en alguno de los dos sentidos. De ser así, existe una fuerza que se opone al movimiento -denominada fuerza viscosa- proporcional a velocidad. La ecuación de Newton para una masa puntual en estas condiciones es la siguiente:
\(mg-E-F_v=ma\) \(\Rightarrow\)\(\rho_cVg\ -\rho_lVg-\)\(F_v=ma\)                   (1)
Donde \(E\)es el empuje, \(F_v\) la fuerza viscosa,  \(\rho_l\) la densidad del fluido, \(\rho_c\) la densidad del cuerpo, \(m\) su masa, \(V\) su volumen, \(v\) su velocidad y \(a\) su aceleración