La edad media es de 65,5 años, encontrándose el pico de edad entre la séptima y octava década.
La relación hombre/mujer es 2:2,6 e incluso 2:3.
La mayoría de los casos se producen con más frecuencia en la mandíbula con una incidencia del 70%, en ambos maxilares con un porcentaje entre 5,5-11% y solo un 18% ocurren en el hueso maxilar. La mayoría de los casos de osteonecrosis se presentan posterior a una extracción dental (78%), infección u otro proceso y sólo una minoría (14%) aparece espontáneamente.
Se establece también, una predilección por la región molar y premolar de ambos huesos.
Como explicación de la frecuente localización en los maxilares, se ha resaltado el estrés
fisiológico a que son sometidas dichas áreas, únicas en exponer hueso al medio externo.
El hueso alveolar depende más de la remodelación y renovación osteoclástica que cualquier otro hueso del esqueleto humano \cite{Cort_s_Motta_2016}, y este estrés se ve aumentado muchas veces por procesos patológicos dentales y periodontales, tales como abscesos, iatrogenias (tratamiento endodóntico, extracciones dentales y otros), que exigen aún más el avance veloz y continuo de recambio óseo, el que se encuentra bloqueado por dichas drogas, las cuales producen un efecto citotóxico sobre los osteoclastos y las células del ligamento periodontal. A esto se agrega el efecto antiangiogénico de los bifosfonatos, que provocan disminución del factor de crecimiento de endotelios, posiblemente explicando la mayor frecuencia de compromiso de la mandíbula (63-80%), hueso de menor irrigación en relación al maxilar superior (14-38%). Además, existe una alta diversidad de la microbiota oral siendo el ambiente ideal para una rápida proliferación bacteriana \cite{m2018}.