Diagnóstico
Mediante la clínica y los antecedentes del paciente es suficiente para poder establecer
un diagnóstico de ONM. Aún así el procedimiento diagnóstico más utilizado conjuntamente se basa, principalmente, en criterios radiográficos, donde se observan áreas escleróticas, destrucción ósea, secuestros y fracturas. Primeramente se observa un hueso más radiopaco, producto de la inhibición de la actividad osteclástica, siendo éstas pruebas relativamente inespecíficas, sobre todo al principio, ya que la descalcificación no es muy marcada, aunque la presencia de una esclerosis ósea localizada o generalizada, acompañada de un engrosamiento de la lámina dura, pueden ayudar a predecir la futura localización de posibles necrosis óseas. Posteriormente se aprecia una mezcla difusa de radiopacidad y radiolucidez, donde aparecen zonas de secuestros óseos ubicados generalmente en el alveolo dental y que al permanecer sin tratamiento pueden migrar a zonas como el borde basal de la mandíbula o a nivel cigomático. Las lesiones que se compraran con la osteomilitis y la imagen radiolucida se hacen presentes una vez establecida la necrosis.
También se observa persistencia del alveolo post exodoncia con retraso en su cicatrización, incluso puede aparecer parestesia del labio inferior.
El estudio histopatológico del hueso expuesto sirve para poder diferenciar una osteonecrosis de una metástasis ósea. Histológicamente se observa tejido necrótico, ausencia de osteoblastos y osteoclastos, y hueso expuesto a la cavidad oral, con tejido de granulación adyacente con o sin absceso.
También el cultivo y antibiograma de las muestras tomadas es útil para poder conocer el
espectro bacteriano existente y la sensibilidad de estos microorganismos frente a los diferentes antibióticos disponibles.
Puede realizarse un TC (tomografía computarizada) para delimitar zonas de
infección y el grado de extensión de la lesión, donde se revela un incremento en la densidad
medular.
Otro examen complementario que puede realizarse es el telopeptido C terminal del colágeno tipo 1, que se realiza en ayunas para determinar el nivel de actividad osteoclástica, el mismo carece de validez para determinar una osteonecrosis por BFF, pero es útil para valorar la capacidad de remodelado óseo posterior a la suspensión del tratamiento con BFF.
A su vez puede emplearse la determinación de niveles séricos de marcadores formadores óseos, como son la osteocalcina sérica, o fosfatasa alcalina, los cuales indican que existe actividad osteoblástica, otros, aunque son menos específicos son el calcio, paratohormona, osteopontina y dihidroxi vitamina D sérica. Todos estos exámenes son útiles para poder tomar decisiones específicas sobre el tratamiento a realizar, sin embargo, es difícil interpretarlos debido a las variables como la edad, género, actividad física e incluso variaciones del ciclo circadiano que modifican los valores de los exámenes de una persona a otra.
Estadíos y tratamiento