El tratamiento de la OMAM depende del estadio de la enfermedad: la mandibulectomía es un tratamiento efectivo en el estadio 3 y la secuestrectomía en el estadio 2; el estadio 1 suele controlarse con tratamiento médico \cite{Diaz_Reverand_2018}.
    Suelen utilizarse también terapias con oxígeno hiperbárico en donde se ha observado que ayudan a la recuperación al establecer un gradiente de oxígeno y corregir la hipoxemia perjudicial para los leucocitos. Estas consisten en inhalación de oxígeno al 100% a una presión mayor a una atmósfera por 90 minutos en 30, 60 o más sesiones \cite{f2014}.
Prevención
    En la prevención se incluye el informar al paciente de las posibles consecuencias del uso de antirresortivos y antiangiogénicos como tratamiento de otras patologías, sobre todo si es por vía intravenosa, con la finalidad de que este tome conciencia de ciertos hábitos a realizar. Dentro de ellos, el mantenimiento de una buena higiene oral, la consulta periódica con un odontólogo, evitar traumatismos, lesiones con prótesis desadaptadas o maniobras dentales como extracciones que puedan desencadenar el proceso, la eliminación de cualquier posible foco infecciosos o piezas dentales de mal pronóstico antes de empezar el tratamiento, y de ninguna manera permitir la colocación de un implante o prótesis fija mientras el fármaco tenga acción.
    De ser extremadamente necesaria la intervención quirúrgica en un paciente bajo tratamiento con  bifosfonatos, esta debe realizarse con medidas de asepsia estrictas, ser lo más atraumática posible y propiciar un buen cierre primario de la herida, siempre con previa suspensión de BFF y antibióticoterapia para favorecer la cicatrización y ausencia de infección. En relación a esto, debido a sus propiedades analgésicas, anestésicas, antiinflamatorias, y antimicrobianas, se recomienda utilizar combinaciones medicamentosas como la solución Wonder (difenhidramina o bendizamina, hidróxido de aluminio y magnesio, nistatina) más Tetraciclina, los cuales elevan el pH bucal y eliminan posibles infecciones oportunistas por hongos y bacterias \cite{f2014}.
CONCLUSIÓN
    Por todo lo anterior comentado, los pacientes con Osteonecrosis de los maxilares se presentan como un reto para los profesionales, la efectividad o no de un tratamiento depende de cada caso y aún no se ha llegado al tratamiento ideal. Esto demuestra la necesidad de seguir investigando sobre el tema y hacer hincapié en la prevención y abordaje interdisciplinario del paciente. 
    Aún con este controversial efecto secundario, los beneficios de los bifosfonatos y otros medicamentos como el Denosumab han sido demostrados en el tratamiento de varias patologías óseas y de carácter oncológico por lo que se debe valorar el riesgo-beneficio antes de suprimir su uso.
    Para concluir, consideramos indispensable que, en el marco de la odontología, estos casos sean abordados desde la elaboración de una historia clínica de calidad, teniendo en cuenta, a la hora de realizar diagnósticos, las lesiones o enfermedades previas que padece el paciente y los tratamientos que se llevaron a cabo con anterioridad.